El regatista valenciano se prepara para abordar la segunda manga, con pronóstico de vientos de 30 a 40 nudos hasta la Rochelle
El Regatista valenciano, Nacho Orti, conseguía finalizar la primera etapa de 300 millas de la Regata Mini Pavois, La Rochelle- Gijón para barcos de la clase Mini, puntuable para la Minitransat. Ortí llegaba a Gijón, completamente agotado, y descontento con los resultados, en la posición 12 de su clase, pero satisfecho, por haber podido acabar la regata “porque la travesía ha sido durísima”. Ortí sufrió un abordaje en la salida, y varias roturas de aparejos, en una prueba que se ha cobrado todo tipo de ‘víctimas’, entre ellos el otro español participante, Jorge Maddsen, nacido en Madrid y residente en Tenerife, que hubo de retirarse tras romper el palo. El domingo, prevista la segunda etapa con un pronóstico de viento de 35 a 40 nudos.
El pasado miércoles, en el puerto francés de La Rochelle, soltaba amarras la regata Mini Pavois, una prueba para la clase Mini, puntuable para poder participar en la próxima Minitransat. La Mini Pavois consta de dos etapas: La Rochelle – Gijón, con una distancia de 300 millas y Gijón – La Rochelle, con un recorrido de 500 millas náuticas (una milla equivale a 1852 metros). En total 800 millas náuticas pero con una condición, los participantes deben completar los dos recorridos para poder sumar ambos trayectos a su ‘carné’ de clasificación.
Dos españoles en al línea de salida de la Rochelle, el valenciano, Nacho Orti y el tinerfeño Jorge Maddsen.
Crónica de la travesía de Nacho Ortí
“La regata ha sido durísima”, indicaba Nacho Orti apenas unas horas después de llegar a puerto, “Pero ya estoy en Gijón y he completado la primera parte de la regata”.
“Me ha pasado de todo y me encuentro como si me hubieran dado una paliza… Nada más tomar la salida sufrí un abordaje. La visibilidad era muy poca, mucho viento, mucha mar, mucho frío, todo gris y la necesidad de asegurar posición. Otro de los participantes pensó que podía pasar y se lanzó sobre mi. Las consecuencias no fueron graves, algunos agujeros en el casco y los candeleros doblados… pero no me tocó los timones y yo decidí seguir en regata”.
El parte inicial apuntaba a una intensidad de viento de 20 nudos (Un nudo = milla por hora. Una milla equivale a 1852 metros), pero la realidad se impuso con vientos de hasta 30 y 35 nudos… “Barcos volcados, roturas, abandonos… no te puedes imaginar… y sorprendentemente, yo iba como una bala, comencé a pasar a los otros y en un momento estaba ya entre los tres primeros… creo que me ilusioné demasiado”.
Pero este tipo de travesías son duras y largas, y la prueba no acaba hasta que no llegas a la meta y amarras en el puerto de destino. Con el espi levantado y con buena marcha, los problemas llegaron cuando se rompió la driza del génova (cabo que iza y sujeta la vela al mástil). “inicialmente no había problema, porque navegaba con el spi, no me era necesaria…”. Nacho Ortí confiaba todavía en llegar entre los 5 primeros, y entonces…se rompió también la driza del espi, la vela se vino abajo y se enrolló bajo la quilla del barco… “Lo peor de todo fue comprobar que estaba realmente agotado. Tenía que desenrollar la vela, sacarla de debajo del agua, montar un aparejo de urgencia para salir adelante, y mientras, estaba parado y todos aquellos a los que había pasado con tanta facilidad comenzaron a pasar de largo, a posicionarse por delante. Pensé en abandonar… ¡Pero después de haber aguantado tanto!...”
Ortí, con su Mini ‘488 Nacho Orti busca Esponsor’, llegaba anoche al puerto de Gijón, en regata. Había completado la primera etapa, aunque los resultados no eran los que él esperaba. Se clasificaba en el puesto 12 de series. “Eso también me ha enseñado algo, tengo que estar más fuerte, entrenar más, conseguir más fondo para poder aguantar mejor situaciones como esta”.
La segunda etapa ya está en marcha
La segunda etapa que completa la Mini Pavois, ya está en marcha. Una travesía de 500 millas de retorno al puerto de la Rochelle. Inicialmente la salida está prevista para el domingo, pero el parte meteorológico prevé vientos de 35 a 40 nudos…
Nacho Orti está ya metido en reparaciones: “lo primero tapar los agujeros del casco con cinta aislante, después reponer los cabos y repasar los aparejos”. El primer objetivo, completar la regata, el reto personal también, mejorar resultados.
Fuente: Nacho Ortí
Fotografía: Guillaume Granje – Regata Pornichet
El Regatista valenciano, Nacho Orti, conseguía finalizar la primera etapa de 300 millas de la Regata Mini Pavois, La Rochelle- Gijón para barcos de la clase Mini, puntuable para la Minitransat. Ortí llegaba a Gijón, completamente agotado, y descontento con los resultados, en la posición 12 de su clase, pero satisfecho, por haber podido acabar la regata “porque la travesía ha sido durísima”. Ortí sufrió un abordaje en la salida, y varias roturas de aparejos, en una prueba que se ha cobrado todo tipo de ‘víctimas’, entre ellos el otro español participante, Jorge Maddsen, nacido en Madrid y residente en Tenerife, que hubo de retirarse tras romper el palo. El domingo, prevista la segunda etapa con un pronóstico de viento de 35 a 40 nudos.
El pasado miércoles, en el puerto francés de La Rochelle, soltaba amarras la regata Mini Pavois, una prueba para la clase Mini, puntuable para poder participar en la próxima Minitransat. La Mini Pavois consta de dos etapas: La Rochelle – Gijón, con una distancia de 300 millas y Gijón – La Rochelle, con un recorrido de 500 millas náuticas (una milla equivale a 1852 metros). En total 800 millas náuticas pero con una condición, los participantes deben completar los dos recorridos para poder sumar ambos trayectos a su ‘carné’ de clasificación.
Dos españoles en al línea de salida de la Rochelle, el valenciano, Nacho Orti y el tinerfeño Jorge Maddsen.
Crónica de la travesía de Nacho Ortí
“La regata ha sido durísima”, indicaba Nacho Orti apenas unas horas después de llegar a puerto, “Pero ya estoy en Gijón y he completado la primera parte de la regata”.
“Me ha pasado de todo y me encuentro como si me hubieran dado una paliza… Nada más tomar la salida sufrí un abordaje. La visibilidad era muy poca, mucho viento, mucha mar, mucho frío, todo gris y la necesidad de asegurar posición. Otro de los participantes pensó que podía pasar y se lanzó sobre mi. Las consecuencias no fueron graves, algunos agujeros en el casco y los candeleros doblados… pero no me tocó los timones y yo decidí seguir en regata”.
El parte inicial apuntaba a una intensidad de viento de 20 nudos (Un nudo = milla por hora. Una milla equivale a 1852 metros), pero la realidad se impuso con vientos de hasta 30 y 35 nudos… “Barcos volcados, roturas, abandonos… no te puedes imaginar… y sorprendentemente, yo iba como una bala, comencé a pasar a los otros y en un momento estaba ya entre los tres primeros… creo que me ilusioné demasiado”.
Pero este tipo de travesías son duras y largas, y la prueba no acaba hasta que no llegas a la meta y amarras en el puerto de destino. Con el espi levantado y con buena marcha, los problemas llegaron cuando se rompió la driza del génova (cabo que iza y sujeta la vela al mástil). “inicialmente no había problema, porque navegaba con el spi, no me era necesaria…”. Nacho Ortí confiaba todavía en llegar entre los 5 primeros, y entonces…se rompió también la driza del espi, la vela se vino abajo y se enrolló bajo la quilla del barco… “Lo peor de todo fue comprobar que estaba realmente agotado. Tenía que desenrollar la vela, sacarla de debajo del agua, montar un aparejo de urgencia para salir adelante, y mientras, estaba parado y todos aquellos a los que había pasado con tanta facilidad comenzaron a pasar de largo, a posicionarse por delante. Pensé en abandonar… ¡Pero después de haber aguantado tanto!...”
Ortí, con su Mini ‘488 Nacho Orti busca Esponsor’, llegaba anoche al puerto de Gijón, en regata. Había completado la primera etapa, aunque los resultados no eran los que él esperaba. Se clasificaba en el puesto 12 de series. “Eso también me ha enseñado algo, tengo que estar más fuerte, entrenar más, conseguir más fondo para poder aguantar mejor situaciones como esta”.
La segunda etapa ya está en marcha
La segunda etapa que completa la Mini Pavois, ya está en marcha. Una travesía de 500 millas de retorno al puerto de la Rochelle. Inicialmente la salida está prevista para el domingo, pero el parte meteorológico prevé vientos de 35 a 40 nudos…
Nacho Orti está ya metido en reparaciones: “lo primero tapar los agujeros del casco con cinta aislante, después reponer los cabos y repasar los aparejos”. El primer objetivo, completar la regata, el reto personal también, mejorar resultados.
Fuente: Nacho Ortí
Fotografía: Guillaume Granje – Regata Pornichet