Ministerio y Conselleria introducen nuevas dificultades que pueden llevar a la ruina al turismo náutico de las islas
El Archipiélago de las Columbretes corre el peligro de convertirse en uno de los lugares más maravillosos, pero a la vez más prohibidos del Mediterráneo español. Empresas de turismo náutico negocian estos días con el Ministerio de Medio Ambiente Rural y Marino una modificación del último ‘cuponazo’ que establece un reparto ‘irracional’ de las plazas permitidas, de forma que las empresas que tienen demanda de plazas no tienen cupo y las que no lo tienen no lo cubren. Estas empresas también tienen otro frente abierto con la Conselleria de Medio Ambiente que, a su vez, ha prohibido desembarcar en Columbretes, por ‘motivos de seguridad’. Con la temporada llamando a la puerta, el verano se ve muy negro, las Columbretes están cada vez más lejos y la ruina llama a la puerta de las empresas del sector.
El archipiélago volcánico de de Columbretes, situado a 31 millas náuticas de la costa de Castellón y término municipal de Castellón de la Plana, es uno de los principales atractivos turísticos de la costa de Castellón.
Pero ir a Columbretes, bucear en sus aguas o visitar las islas se ha convertido en una pesadilla para las empresas del sector náutico que viven fundamentalmente de este turismo. Regulado por la Administración Estatal en lo que concierne a sus aguas, y por la Autonómica en lo que respecta al Parque Natural, ambas se ponen de acuerdo en una sola cosa: poner el máximo de problemas para visitar las islas.
Las empresas que operan en la costa castellonense se movilizan estos días contra dos disposiciones igualmente negativas para ellas: la reasignación por parte del Ministerio, de los cupos de buceo en Columbretes y la prohibición de desembarcar en la Illa Grossa, por motivos de Seguridad. “Si no podemos bucear en Columbretes y tampoco podemos bajar a la gente a tierra ¿Quién puede ofertar y vender viajes para visitar las islas?. O se nos dan soluciones o esto es una quiebra segura”
Bucear en Columbretes
Las Islas Columbretes, Parque Natural y Reserva Marina, está regulado por una normativa que determina los usos permitidos en el archipiélago, destinado originalmente a proteger el delicado ecosistema del archipiélago.
Según manifiestan empresas del sector, se permite un cupo medio semanal de 216 plazas, repartidas en mayor proporción para la temporada alta 248 (1 de junio al 31 de octubre) y en menor para la temporada baja, 174 plazas (1 de marzo a 31 de marzo y 1 de noviembre a 31 de diciembre).
Los barcos deben estar inscritos en lista 6ª. Cada barco solo puede llevar como máximo 12 buceadores. Es fundamental que haya una ‘boya libre’ para poder amarrar y, en el caso de las empresas de buceo, no se permite abarloar a otra embarcación. Los permisos para bucear en Columbretes deben ser solicitados con una antelación suficiente que permita comprobar que pertenecen a un Club de Buceo registrado (cuyo listado de socios haya sido aprobado por el Ministerio) y que los buceadores dispongan de la titulación adecuada para esas aguas con un número mínimo de 25 inmersiones (registrado en el libro de buceo de cada submarinista).
Además, las empresas deberán llevar un guía que se responsabilice de que los buceadores cumplan un itinerario y usos que no perjudique a la flora y Fauna. La concesión de los permisos depende de que se cumplan todas estas normativas y de que no se supere el cupo. Finalmente, la documentación se remite a la guardería por Fax, y esta debe contestar confirmando que hay cupo para ello en las fechas señaladas. La respuesta por parte del Ministerio puede retrasarse incluso hasta el día anterior al viaje programado.
Reparto de cupos
La cosa se complica desde el momento en que el Ministerio divide el ‘cupo permitido’ entre: empresas dedicadas al turismo náutico con barco y club de buceo propio: Asociación Mancolibre (Integrada por Barracuda y Buenaventura del Mar). Cupo Libre, los denominados por ellos mismos ‘taxis del mar’, contratados por los buceadores y clubes de buceo y Club Escorpa.
Y se complica todavía más, si se tiene en cuenta que el Ministerio realiza un cálculo del cupo relativo a la empresa Mancolibre en función de la temporada global anual, que incluye el mes de diciembre y no sobre los meses en los que realmente se realiza la actividad de turismo náutico de buceo. De esta manera, el Ministerio puede, como acaba de hacer, reasignar los cupos y reducirlos en función de unos números absolutos que no son reales porque ‘no se ha utilizado el cupo del año anterior’. La asignación de los cupos se realiza para periodos de dos años
Es, comentaban fuentes del sector, como si una zona hotelera que trabaja solo en temporada alta en la que registra un lleno absoluto, estuviera regulada por autorizaciones calculadas para todo el año. Esos números dirían que su ocupación es media o baja, cuando en realidad están a tope en su temporada de trabajo.
La ‘división de los cupos’ del Ministerio se realizó en su momento para intentar proteger los intereses tanto de las empresas que disponen de barcos y Centro de Buceo propio, avaladas por su integración en la Asociación Mancolibre, como de los ‘libres’, que contratan los viajes con empresas de charter náutico, y de las solicitudes de clubes de la zona reconocidos, como el Escorpa.
Pero la evolución de este sistema y la forma en que se aplica ha degenerado con el tiempo de forma que: el cupo global no se cubre nunca, siempre quedan plazas libres, pero no por efecto de la demanda sino por su distribución. Las empresas de Mancolibre que basan la práctica totalidad de su economía en el buceo de Columbretes, no disponen de plazas suficientes para la demanda que tienen, mientras que las de Cupo Libre, no utilizan el cupo que se les asigna por falta de demanda. Y para acabar de rizar el rizo, las empresas que tienen demanda y pueden gestionar los permisos, tampoco pueden utilizar las plazas libres asignadas a los otros sectores en el último momento, porque no se lo permite el Ministerio.
Más problemas desde febrero
Y si las cosas estaban difíciles, el problema se ha agudizado con la última Resolución del Ministerio, comunicada el pasado 3 de marzo del 2010.
Lejos de facilitar los trámites y resolver en torno al cupo global para solventar todas las necesidades dentro de la regulación de usos de las islas, la nueva Orden, con vigencia para los años 2010 y 2011, reduce el cupo de las empresas profesionales (Asociación Mancolibre, integrada por Barracuda –Alcocebre- y Buenaventura del Mar –Vinarós-) en un 30% del total, en beneficio de ‘los taxis del mar’, que generalmente no las cubren. Pero aún hay más, el Ministerio establece que el cupo de las empresas, no sea superior a los 22 buzos al día. Y desde luego, se mantiene la prohibición de poder utilizar las plazas libres de los otros cupos que no se utilizan.
Todas estas disposiciones podrían resultar razonables si lo que se pretendiera con ello es: proteger el medio marino de Columbretes para no sobresaturar sus aguas con actividades de buceo y no sobrepasar el cupo de seguridad establecido. Pero la realidad contradice esta afirmación.
Según las empresas del sector: “El Ministerio no reduce el cupo global para bucear en Columbretes, pero a la hora de la verdad introduce todas las dificultades posibles para evitar que se bucee allí”.
Algunos de los problemas con que se encuentran son:
Los clubes de buceo deben tener registrado un censo en el Ministerio con sus socios. “Hay clubes que tienen altas y bajas, conseguir que el Ministerio les actualice los censo supone en algunos casos meses de gestión sin conseguirlo”.
EL Ministerio resuelve las autorizaciones a punto y hora: “Contratamos los viajes a Columbretes con antelación, hay gente que viene de puntos muy lejanos y que tiene que reservar habitación de hotel, pero a veces hasta dos días antes, o incluso el día anterior no nos confirman que tenemos el permiso concedido para bucear allí… ¿Cómo contratas nada si no sabes realmente que puedes darles el servicio que les ofreces?”.
El Ministerio ha recalculado sólo el cupo de Mancolibre en función a la distribución del cupo global en todas las estaciones, incluyendo el mes de diciembre, sin tener en cuenta que la demanda se concentra en temporada alta, que hay meses en los que no hay demanda o las condiciones del mar no permiten la actividad. En consecuencia, determina que no se necesitan las plazas y reduce el cupo de las empresas que más demanda tienen sin atender a la realidad de las mismas. Paralelamente no se ha tenido en cuenta la utilización del resto de los cupos.
Y por último, para rentabilizar un viaje a Columbretes, el mantenimiento de la actividad industrial, los permisos, el patrón profesional y el guía exigido, las empresas que se dedican a esta actividad deben cubrir el máximo de sus plazas por barco, 12. No es rentable llevar un barco con 3 buceadores, como tampoco la condición impuesta recientemente de no poder llevar más de 22 plazas por día, ya que eso supone llevar dos barcos por debajo de su capacidad, con solo 11 plazas.
Todas las empresas, tanto Mancolibre como los ‘taxis del mar’ coinciden en afirmar, que el verdadero propósito del Ministerio es “convertir Columbretes en un coto cerrado y como no pueden decirlo claramente, realizan sus disposiciones poniendo todos los problemas imaginables para que no podamos trabajar”.
De las 5 asociaciones que formaban Mancolibre, ahora solo quedan Dos. En el Cupo libre hay varias empresas que operan regularmente, pero muchas de ellas ya afirman que los condicionantes del Ministerio las están abocando a la ruina.
Recursos y soluciones
Mancolibre ha interpuesto un recurso contra la resolución del Ministerio donde denuncia todos los problemas antes mencionados. Paralelamente se han iniciado negociaciones para intentar encontrar soluciones como la reasignación de los cupos o la modificación en cuanto a la utilización de las plazas permitidas, que beneficie a todos los sectores que se dedican a este turismo náutico. Pero la temporada está ya a la vuelta de la esquina y no se descartan movilizaciones.
Desembarcar en Columbretes: la Conselleria pone puertas al campo
El Otro gran problema que afecta, y mucho, al turismo náutico de Columbretes, ha sido la reciente resolución de la Conselleria de Medio Ambiente, que prohíbe el desembarco a los visitantes en la Illa Grossa por ‘motivos de seguridad’.
Según fuentes a las que ha tenido acceso este medio, la prohibición podría haber estado generada por un informe de ‘Riesgos Laborales’ donde se incide en la falta de seguridad de las escalas utilizadas de Puerto Tofiño (dentro de la ensenada) y Rossi (fuera del cráter).
La media ha puesto en pie de guerra a todas las empresa que trabajan el sector, tanto las empresas de buceo, como los ‘taxis del mar’ o las golondrinas que visitan Columbretes desde Vinarós y Castellón, porque pone en serio peligro su subsistencia. “Uno de los atractivos de Columbretes es la posibilidad de bajar y visitar la Isla Grossa, la única habitable, donde la Conselleria tiene incluso un Punto de Información. Puede que haya quien quiera hacer un trayecto de dos horas y media para dar un simple paseo por el archipiélago, pero la mayoría de la gente quiere bajar, ver la isla… ¿Que les dices? ¿Que les cobras por llevarlos pero que está prohibido que bajen?. Hasta ahora se establecían cupos para bajar y los aceptábamos, nos los repartíamos entre nosotros y de alguna manera todos contentos. Pero la prohibición a rajatabla va a acabar totalmente con nuestro modo de vida”. “¡Esto es como ponerle puertas al campo!. ¡Se trata de un acceso natural que se ha utilizado durante más de cien años! ¿Tenemos que ponerle escaleras mecánicas a un paraje natural?”.
Tras la última reunión mantenida entre la Conselleria de Medio Ambiente y los responsables de las Empresas, la Conselleria parece haberse comprometido a dictar una nueva resolución que permita el desembarco provisional por al escalera de ‘Rossi’, fuera del cráter natural de la Illa Grossa, mientras ‘se adecua’ el acceso de Puerto Tofiño, dentro de la ensenada. Pero de momento, todo son promesas.
El Archipiélago de las Columbretes corre el peligro de convertirse en uno de los lugares más maravillosos, pero a la vez más prohibidos del Mediterráneo español. Empresas de turismo náutico negocian estos días con el Ministerio de Medio Ambiente Rural y Marino una modificación del último ‘cuponazo’ que establece un reparto ‘irracional’ de las plazas permitidas, de forma que las empresas que tienen demanda de plazas no tienen cupo y las que no lo tienen no lo cubren. Estas empresas también tienen otro frente abierto con la Conselleria de Medio Ambiente que, a su vez, ha prohibido desembarcar en Columbretes, por ‘motivos de seguridad’. Con la temporada llamando a la puerta, el verano se ve muy negro, las Columbretes están cada vez más lejos y la ruina llama a la puerta de las empresas del sector.
El archipiélago volcánico de de Columbretes, situado a 31 millas náuticas de la costa de Castellón y término municipal de Castellón de la Plana, es uno de los principales atractivos turísticos de la costa de Castellón.
Pero ir a Columbretes, bucear en sus aguas o visitar las islas se ha convertido en una pesadilla para las empresas del sector náutico que viven fundamentalmente de este turismo. Regulado por la Administración Estatal en lo que concierne a sus aguas, y por la Autonómica en lo que respecta al Parque Natural, ambas se ponen de acuerdo en una sola cosa: poner el máximo de problemas para visitar las islas.
Las empresas que operan en la costa castellonense se movilizan estos días contra dos disposiciones igualmente negativas para ellas: la reasignación por parte del Ministerio, de los cupos de buceo en Columbretes y la prohibición de desembarcar en la Illa Grossa, por motivos de Seguridad. “Si no podemos bucear en Columbretes y tampoco podemos bajar a la gente a tierra ¿Quién puede ofertar y vender viajes para visitar las islas?. O se nos dan soluciones o esto es una quiebra segura”
Bucear en Columbretes
Las Islas Columbretes, Parque Natural y Reserva Marina, está regulado por una normativa que determina los usos permitidos en el archipiélago, destinado originalmente a proteger el delicado ecosistema del archipiélago.
Según manifiestan empresas del sector, se permite un cupo medio semanal de 216 plazas, repartidas en mayor proporción para la temporada alta 248 (1 de junio al 31 de octubre) y en menor para la temporada baja, 174 plazas (1 de marzo a 31 de marzo y 1 de noviembre a 31 de diciembre).
Los barcos deben estar inscritos en lista 6ª. Cada barco solo puede llevar como máximo 12 buceadores. Es fundamental que haya una ‘boya libre’ para poder amarrar y, en el caso de las empresas de buceo, no se permite abarloar a otra embarcación. Los permisos para bucear en Columbretes deben ser solicitados con una antelación suficiente que permita comprobar que pertenecen a un Club de Buceo registrado (cuyo listado de socios haya sido aprobado por el Ministerio) y que los buceadores dispongan de la titulación adecuada para esas aguas con un número mínimo de 25 inmersiones (registrado en el libro de buceo de cada submarinista).
Además, las empresas deberán llevar un guía que se responsabilice de que los buceadores cumplan un itinerario y usos que no perjudique a la flora y Fauna. La concesión de los permisos depende de que se cumplan todas estas normativas y de que no se supere el cupo. Finalmente, la documentación se remite a la guardería por Fax, y esta debe contestar confirmando que hay cupo para ello en las fechas señaladas. La respuesta por parte del Ministerio puede retrasarse incluso hasta el día anterior al viaje programado.
Reparto de cupos
La cosa se complica desde el momento en que el Ministerio divide el ‘cupo permitido’ entre: empresas dedicadas al turismo náutico con barco y club de buceo propio: Asociación Mancolibre (Integrada por Barracuda y Buenaventura del Mar). Cupo Libre, los denominados por ellos mismos ‘taxis del mar’, contratados por los buceadores y clubes de buceo y Club Escorpa.
Y se complica todavía más, si se tiene en cuenta que el Ministerio realiza un cálculo del cupo relativo a la empresa Mancolibre en función de la temporada global anual, que incluye el mes de diciembre y no sobre los meses en los que realmente se realiza la actividad de turismo náutico de buceo. De esta manera, el Ministerio puede, como acaba de hacer, reasignar los cupos y reducirlos en función de unos números absolutos que no son reales porque ‘no se ha utilizado el cupo del año anterior’. La asignación de los cupos se realiza para periodos de dos años
Es, comentaban fuentes del sector, como si una zona hotelera que trabaja solo en temporada alta en la que registra un lleno absoluto, estuviera regulada por autorizaciones calculadas para todo el año. Esos números dirían que su ocupación es media o baja, cuando en realidad están a tope en su temporada de trabajo.
La ‘división de los cupos’ del Ministerio se realizó en su momento para intentar proteger los intereses tanto de las empresas que disponen de barcos y Centro de Buceo propio, avaladas por su integración en la Asociación Mancolibre, como de los ‘libres’, que contratan los viajes con empresas de charter náutico, y de las solicitudes de clubes de la zona reconocidos, como el Escorpa.
Pero la evolución de este sistema y la forma en que se aplica ha degenerado con el tiempo de forma que: el cupo global no se cubre nunca, siempre quedan plazas libres, pero no por efecto de la demanda sino por su distribución. Las empresas de Mancolibre que basan la práctica totalidad de su economía en el buceo de Columbretes, no disponen de plazas suficientes para la demanda que tienen, mientras que las de Cupo Libre, no utilizan el cupo que se les asigna por falta de demanda. Y para acabar de rizar el rizo, las empresas que tienen demanda y pueden gestionar los permisos, tampoco pueden utilizar las plazas libres asignadas a los otros sectores en el último momento, porque no se lo permite el Ministerio.
Más problemas desde febrero
Y si las cosas estaban difíciles, el problema se ha agudizado con la última Resolución del Ministerio, comunicada el pasado 3 de marzo del 2010.
Lejos de facilitar los trámites y resolver en torno al cupo global para solventar todas las necesidades dentro de la regulación de usos de las islas, la nueva Orden, con vigencia para los años 2010 y 2011, reduce el cupo de las empresas profesionales (Asociación Mancolibre, integrada por Barracuda –Alcocebre- y Buenaventura del Mar –Vinarós-) en un 30% del total, en beneficio de ‘los taxis del mar’, que generalmente no las cubren. Pero aún hay más, el Ministerio establece que el cupo de las empresas, no sea superior a los 22 buzos al día. Y desde luego, se mantiene la prohibición de poder utilizar las plazas libres de los otros cupos que no se utilizan.
Todas estas disposiciones podrían resultar razonables si lo que se pretendiera con ello es: proteger el medio marino de Columbretes para no sobresaturar sus aguas con actividades de buceo y no sobrepasar el cupo de seguridad establecido. Pero la realidad contradice esta afirmación.
Según las empresas del sector: “El Ministerio no reduce el cupo global para bucear en Columbretes, pero a la hora de la verdad introduce todas las dificultades posibles para evitar que se bucee allí”.
Algunos de los problemas con que se encuentran son:
Los clubes de buceo deben tener registrado un censo en el Ministerio con sus socios. “Hay clubes que tienen altas y bajas, conseguir que el Ministerio les actualice los censo supone en algunos casos meses de gestión sin conseguirlo”.
EL Ministerio resuelve las autorizaciones a punto y hora: “Contratamos los viajes a Columbretes con antelación, hay gente que viene de puntos muy lejanos y que tiene que reservar habitación de hotel, pero a veces hasta dos días antes, o incluso el día anterior no nos confirman que tenemos el permiso concedido para bucear allí… ¿Cómo contratas nada si no sabes realmente que puedes darles el servicio que les ofreces?”.
El Ministerio ha recalculado sólo el cupo de Mancolibre en función a la distribución del cupo global en todas las estaciones, incluyendo el mes de diciembre, sin tener en cuenta que la demanda se concentra en temporada alta, que hay meses en los que no hay demanda o las condiciones del mar no permiten la actividad. En consecuencia, determina que no se necesitan las plazas y reduce el cupo de las empresas que más demanda tienen sin atender a la realidad de las mismas. Paralelamente no se ha tenido en cuenta la utilización del resto de los cupos.
Y por último, para rentabilizar un viaje a Columbretes, el mantenimiento de la actividad industrial, los permisos, el patrón profesional y el guía exigido, las empresas que se dedican a esta actividad deben cubrir el máximo de sus plazas por barco, 12. No es rentable llevar un barco con 3 buceadores, como tampoco la condición impuesta recientemente de no poder llevar más de 22 plazas por día, ya que eso supone llevar dos barcos por debajo de su capacidad, con solo 11 plazas.
Todas las empresas, tanto Mancolibre como los ‘taxis del mar’ coinciden en afirmar, que el verdadero propósito del Ministerio es “convertir Columbretes en un coto cerrado y como no pueden decirlo claramente, realizan sus disposiciones poniendo todos los problemas imaginables para que no podamos trabajar”.
De las 5 asociaciones que formaban Mancolibre, ahora solo quedan Dos. En el Cupo libre hay varias empresas que operan regularmente, pero muchas de ellas ya afirman que los condicionantes del Ministerio las están abocando a la ruina.
Recursos y soluciones
Mancolibre ha interpuesto un recurso contra la resolución del Ministerio donde denuncia todos los problemas antes mencionados. Paralelamente se han iniciado negociaciones para intentar encontrar soluciones como la reasignación de los cupos o la modificación en cuanto a la utilización de las plazas permitidas, que beneficie a todos los sectores que se dedican a este turismo náutico. Pero la temporada está ya a la vuelta de la esquina y no se descartan movilizaciones.
Desembarcar en Columbretes: la Conselleria pone puertas al campo
El Otro gran problema que afecta, y mucho, al turismo náutico de Columbretes, ha sido la reciente resolución de la Conselleria de Medio Ambiente, que prohíbe el desembarco a los visitantes en la Illa Grossa por ‘motivos de seguridad’.
Según fuentes a las que ha tenido acceso este medio, la prohibición podría haber estado generada por un informe de ‘Riesgos Laborales’ donde se incide en la falta de seguridad de las escalas utilizadas de Puerto Tofiño (dentro de la ensenada) y Rossi (fuera del cráter).
La media ha puesto en pie de guerra a todas las empresa que trabajan el sector, tanto las empresas de buceo, como los ‘taxis del mar’ o las golondrinas que visitan Columbretes desde Vinarós y Castellón, porque pone en serio peligro su subsistencia. “Uno de los atractivos de Columbretes es la posibilidad de bajar y visitar la Isla Grossa, la única habitable, donde la Conselleria tiene incluso un Punto de Información. Puede que haya quien quiera hacer un trayecto de dos horas y media para dar un simple paseo por el archipiélago, pero la mayoría de la gente quiere bajar, ver la isla… ¿Que les dices? ¿Que les cobras por llevarlos pero que está prohibido que bajen?. Hasta ahora se establecían cupos para bajar y los aceptábamos, nos los repartíamos entre nosotros y de alguna manera todos contentos. Pero la prohibición a rajatabla va a acabar totalmente con nuestro modo de vida”. “¡Esto es como ponerle puertas al campo!. ¡Se trata de un acceso natural que se ha utilizado durante más de cien años! ¿Tenemos que ponerle escaleras mecánicas a un paraje natural?”.
Tras la última reunión mantenida entre la Conselleria de Medio Ambiente y los responsables de las Empresas, la Conselleria parece haberse comprometido a dictar una nueva resolución que permita el desembarco provisional por al escalera de ‘Rossi’, fuera del cráter natural de la Illa Grossa, mientras ‘se adecua’ el acceso de Puerto Tofiño, dentro de la ensenada. Pero de momento, todo son promesas.